lunes, 10 de mayo de 2010

Abcesos en la pezuña del caballo

El absceso en la pezuña del caballo es la inflamación de la dermis (una estructura sensible de la pezuña). Los problemas tales como un absceso pueden ocurrir en caballos calzados asi como caballos descalzos. Pus se produce como una reacción natural del cuerpo del caballo para luchar contra una infección.

La pus se acumula, y puesto que no puede escaparse a través de la pezuña, ejerce presión, causando mucho dolor y malestar para un caballo. Para aliviar la presión (si no está tratado), este pus entonces escapa por la pared superior de la pezuña, explotando en la venda coronaria o los bulbos del talón. La mayoría de los abscesos se encuentran en las patas del caballo, pero un absceso se puede encontrar en cualquier parte.

¿Qué causa abscesos?

Un absceso es causado cuando una infección bacteriana localizada ocurre en la estructura de la pezuña. Esto puede ocurrir como resultado de:

* Un clavo de herradura colocado erroneamente que perfora la pata

* Un mal calzado (carencia de la circulación de sangre)

* Contusión

* Laminitis

* Bacterias que emigran adentro, a las grietas en la línea blanca (demasiada humedad o arena dentro de la pezuña)

Nota: Los caballos que se han calzado y entonces caminan descalzos tienen una probabilidad creciente de desarrollar un absceso hasta que la pezuña llegue a ser más fuerte.

Diagnóstico de absceso en la pezuña

Es una buena idea familiarizarse con las pezuñas de su caballo. Si la pata de su caballo es más caliente que lo normal al tacto, o si el pulso es más fuerte, la causa podría ser un absceso dentro de la pezuña. Esta auto-comprobación puede alertarle a problemas y si usted encuentra a su caballo incómodo en la pata, llame a su veterinario inmediatamente.

Las muestras típicas de un absceso incluyen:

* Cojera y dolor repentino y severo

* Su caballo lleva poco o ningun peso en una pata

* Su caballo camina en la punta de la pezuña

* Hinchamiento en el espolón

* Calor en la pata

* Fiebre

Ayuda para el absceso

Si se calza el caballo, en primer lugar se quita la herradura y se limpia la pezuña. Los probadores de pezuña son de uso frecuente para probar la sensibilidad de los caballos al ejercer presión sobre las áreas específicas de la pezuña para localizar el punto de origen del absceso. El drenaje de la infección es una forma de tratar un absceso. Un veterinario debe hacer esto.

Usted nunca debe intentar drenar un absceso en planta de la pezuña pues esto puede llevar a mayores infecciones del hueso. Usando un cuchillo, se hace un agujero muy pequeño para permitir el drenaje y para proporcionar alivio de la presión. Los antibióticos se pueden administrar para aliviar algo del dolor de un absceso y su veterinario probablemente también dará a su caballo una inyeccion del tétano.

La pezuña entonces se envuelve suavemente para arriba y se coloca en un cargador especial para ayudar a amortiguar y a proteger la pezuña. Esto también asegura que la suciedad no pueda entrar en contacto con el agujero y los tejidos sensibles.

Remedios naturales

Hay muchos remedios herbarios y homeopáticos que pueden ayudar a alimentar la pezuña. El aceite de linaza y el aceite de Wintergreen son fuentes ricas del ácido alfa-linolenico esencial, que es un precursor biológico a los ácidos grasos omega-3. Estos aceites contienen características calmantes, y pueden proporcionar una barrera protectora contra la absorción de agua cuando están aplicados como tópico a la pezuña.

Las hierbas tales como cola de caballo y consuelda pueden ayudar a la cura y apoyar la salud y la fuerza de la pezuña. La maravilla, la lavanda y la hierba de San Juan han demostrado promover la reparación de tejidos dañados dentro, mientras que la árnica se ha investigado extensivamente por sus características curativas en el exterior, ayudando a combatir el dolor, inflamación y contusiones las cuáles son a menudo síntomas de absceso.

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