El sistema inmune en el cuerpo de un gato tiene una tarea confiada. Es un sistema interconectado complejo de glóbulos blancos, anticuerpos y otras sustancias que se lanzan para combatir infecciones y para eliminar las proteínas extranjeras. En el reconocimiento de una invasión extranjera, el sistema lanza los anticuerpos que químicamente atan con los antígenos para destruirlos.
Las partes importantes del sistema inmune son que está supuesto para reconocer sustancias extranjeras y para responder inmediatamente para destruirlas. Desafortunadamente no sucede como esto siempre. Ciertos desordenes causan fallas en el mecanismo que controla el sistema inmune y produce los anticuerpos que atacan los propios tejidos del cuerpo. Éstos se conocen como auto-anticuerpos. La enfermedad resultante se conoce como enfermedad autoinmune. Aunque se sabe que una enfermedad autoinmune es causada por la producción de estos auto-anticuerpos, las causas subyacentes son complicadas y no son conocidas a fondo.
Los síntomas de enfermedades autoinmunes varían dependiendo del órgano o del sistema que se ha afectado. En ciertos casos los órganos y múltiples sistemas del cuerpo son afectados. Las enfermedades autoinmunes ocurren en gatos y perros, produciendo síntomas relativamente similares.
La enfermedad autoinmune de la sangre en gatos es rara y a menudo secundaria a la leucemia. Los anticuerpos interrumpen los propios glóbulos rojos del cuerpo que causan la hemólisis, una condición conocida como anemia hemolítica autoinmune. Puede causar ictericia, letargo, ampliación de los nodos de linfa y ulceraciones en oídos, nariz, cola y pies. Se acompaña a menudo con una caída substancial en cuenta de plaquetas. La hemólisis puede también ser droga inducida, así que una diagnosis apropiada es una necesidad antes de proceder con el tratamiento.
Si el gato está demostrando muestras de debilidad del músculo, dificultad en la consumición y tragar, y regurgitación, hay ocasiones que los autoanticuerpos están atacando los receptores de la acetilcolina en los músculos. Ésta puede ser una muestra de una enfermedad progresiva crónica caracterizada por fatiga crónica y debilidad muscular, especialmente en la cara y el cuello, conocidos como miastenia gravis.
Otra enfermedad autoinmune musculoesquelética en gatos puede ocurrir bajo la forma de artritis reumatoide. La artritis reumatoide causa inhabilidad extrema en la forma de cojera y de coyunturas tiesas. En su manifestación extrema, una cesación del movimiento puede también ocurrir. Donde está afectada la piel, causa la ulceración en las membranas mucosas de la piel, lesiones que descargan sueros, úlceras, comezon y alopecia.
La enfermedad autoinmune puede afectar a múltiples órganos al mismo tiempo. La enfermedad autoinmune es común y hace el diagnostico extremadamente difícil. El nombre por sí mismo presupone la presencia de múltiples síntomas que puede ser confuso ocasionalmente, incluso para el veterinario experto. Hay indicaciones que la enfermedad del higado felina, tal como hepatitis activa crónica, puede tener una conexión con un sistema inmune que funciona incorrectamente.
El sistema de complemento en el cuerpo es una serie de proteínas como los anticuerpos y se nombra basado en el hecho de que su función complementa los anticuerpos. Las proteínas de complemento se fabrican en el hígado y a veces la enfermedad del higado en perros y gatos puede ser un heraldo de una enfermedad mediada inmune. La consulta de su veterinario es recomendable cuando usted ve síntomas de la enfermedad del higado en perros y gatos.
El pronóstico de la mayor parte de las enfermedades autoinmunes es generalmente pobre si no es tratada en los primeros tiempos. Ésos que afectan a la piel entran generalmente en remisión con el tratamiento con las drogas. La anemia hemolítica autoinmune y la trombocitopenia autoinmune (caída en cuenta de plaqueta en sangre) requiere tratamiento agresivo. Miastenia gravis, el desorden musculoesquelético, tienen un pronóstico guardado con un riesgo subyacente de muerte.
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