Asi como usted enseña el comportamiento apropiado a sus niños, los perros también necesitan ser entrenados para comportarse de una manera aceptable.
La diferencia, sin embargo, es la edad en la cual el entrenamiento es más eficaz. Mientras que un bebé humano de un año apenas puede aprender, un perro un año se considera un adolescente. Eso significa que el entrenamiento debe comenzar tan pronto como él abra sus ojos y comienzar a reconocer a los miembros de lo que él considerará más adelante como su `pack'.
La mayoría de los perros y cachorros son criaturas adorables, cariñosos y dulces. Al mismo tiempo los perritos aman jugar y morderse todo el tiempo. Si pasan bastante tiempo en la camada, aprenden a controlarse. La reacción de otros perros en la camada asegura eso. Es la experiencia lo que les enseña a que es aceptable y que no es.
Es confianza y respecto mas que reprimenda y castigo, lo que inhiban el morder del perro. Si el perro no aprende algo, la culpa recae más con el amaestrador que con el perro. El golpe, el retroceso con el pie o el dar una palmada, no es probable que restrinja el morder de su perrito. Él puede continuar intentándole y mordiendo y amándole al mismo tiempo. La confianza y el respecto viene de la paciencia y no del castigo.
Los perros dan su amor incondicional a sus dueños, pero en su mente no se relaciona su comportamiento penetrante o agresivo. Esto es especialmente porque el morder viene naturalmente a ellos. Si usted quisiera que los perritos se adhirieran a las conductas humanas aceptables, usted necesitará entrenarles adecuadamente.
El paso principal en la enseñanza de la obediencia para no morder, comienza con la socialización. Una carencia de socialización significa que el perrito comienza a considerarle como su compañero de la vida, y que cuenta con usted. Cuando usted no cubre sus demandas, él esta obligado a recurrir al comportamiento agresivo.
El entrenamiento de perros maduros a no morder, requiere técnicas especiales. El perro que muerde siendo adulto, es generalmente el resultado de un deseo de dominar. Si su perro pellizca, gruñe o muerde, aíslelo por algún tiempo. Más adelante, déjelo que trabaje por todo. Cerciórese de que él obedezca sus comandos sentarse o quieto cada vez, antes de que usted lo alimente. Sea constante en su entrenamiento porque si usted lo deja morder a veces, entonces morder no puede ser parado en absoluto. Construya la confianza y deje al perro sentir que no es él al que usted tiene aversión, pero es el morder lo que le molesta.
Enviar señales constantes que usted es el amo, trata generalmente la agresión relacionada con dominación del perro. Defina los límites claramente y no deje al perro entrar en las áreas que son restrictas para él. No lo deje dormir en el dormitorio o en la cama. Constantemente practique con comandos y cerciorese de que le recompensa cada vez que él obedece.
El morder puede también presentarse por miedo. No empeore la situación castigando. Identifique el acontecimiento, el objeto, o a la persona que inspira el miedo del perro. Aumente gradualmente la confianza del perro constantemente presentándole a nueva gente, ajustes, y animales. Si él sigue estando tranquilo, ofrézcale un convite.
El morder es un rasgo canino natural, que los perros generalmente dejan mientras crecen y socializan. Los perros maduros y entrenados no muerden generalmente. La agresión del perro es generalmente un resultado del mal entrenamiento, donde el estado alfa del dueño no se establece firmemente. La obediencia sigue automáticamente cuando el perro acepta que usted es el amo.
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